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Jornada de 8 horas y descanso semanal: ¿Qué nos enseñan los Convenios 1 y 14 de la OIT?

En pleno siglo XXI, aún hay empresas que ven como un lujo el #derechoadesconectarse del trabajo. Pero la historia nos recuerda que limitar la jornada laboral y garantizar el descanso no solo son conquistas sociales, sino también estrategias inteligentes para una empresa sostenible. Hoy quiero hablarte de los Convenios 1 y 14 de la #OIT, pilares en la defensa del tiempo de los trabajadores, y de cómo #México, incluso sin ratificar ambos, ya los implementa en buena medida.


Equilibrio Vida-Trabajo
Equilibrio Vida-Trabajo

¿De qué tratan estos convenios?


  • Convenio 1 (1919): establece la jornada máxima de 8 horas diarias o 48 horas semanales en la industria.

  • Convenio 14 (1921): garantiza al menos un día de descanso semanal de 24 horas consecutivas, preferiblemente en domingo.


Ambos nacieron tras la Primera Guerra Mundial, en una época donde las jornadas extenuantes de hasta 16 horas eran “normales”. Desde entonces, estos estándares han guiado las #leyeslaborales de muchos países... aunque no todos los han ratificado formalmente.


¿Y México?


#México no ha ratificado el Convenio 1, pero su Constitución desde 1917 ya establece la jornada de 8 horas. Por otro lado, sí ratificó el Convenio 14 en 1939, comprometiéndose internacionalmente a garantizar el descanso semanal.


En la práctica, la Ley Federal del Trabajo (#LFT):


  • Establece una jornada máxima de 8 horas diurnas y un día de descanso por cada 6 de trabajo.

  • Regula el pago doble o triple por horas extras o laborar en día de descanso.

  • Promueve el descanso dominical con una prima adicional.


Incluso, la #NOM-035 alerta sobre los riesgos psicosociales de las jornadas largas y la falta de descanso. Todo esto muestra que México cumple—y en muchos casos supera—lo que plantean los convenios.


México 40 Horas
México 40 Horas

¿Por qué importan hoy estos convenios?


Porque son clave en las auditorías sociales tales como #SMETA, #FSSC24000 que muchas empresas enfrentan al exportar o trabajar con marcas globales. Estas revisiones no solo preguntan por el salario, sino también por:


  • ¿Cuántas horas trabaja tu gente?

  • ¿Tienen descansos reales?

  • ¿Se paga justamente el tiempo extra?


Empresas que violan estas normas pierden contratos o reputación. En cambio, cumplir con la jornada y el descanso no es un gasto, es una inversión: empleados más sanos, motivados y productivos.


¿Qué pueden hacer las #empresasmexicanas?


  • Establecer políticas claras de jornada y descansos.

  • Controlar y limitar las horas extra.

  • Asegurar un día de descanso a la semana para todos.

  • Capacitar a sus mandos medios en legislación laboral y estándares internacionales.

  • Anticiparse a futuras reformas (como la semana de 40 horas).


Conclusión.


Los Convenios 1 y 14 no son viejos papeles; son faros que siguen guiando cómo equilibrar productividad con dignidad. México, con su marco constitucional y legal, tiene las herramientas. Ahora toca a las empresas convertir estos derechos en cultura organizacional. Porque cuidar el tiempo de las personas es cuidar la sostenibilidad del negocio.





 
 
 

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